Ese «pastel» envuelto en hojas de plátano está lleno de recuerdos: el aroma de las alcaparras, las aceitunas y el guiso, que nos transportan a la infancia y a esos encuentros que llenan el alma.
Pero, ¿qué pasa cuando tienes alguna intolerancia, sigues una dieta diferente o simplemente decides comer de otra manera? Ahí es donde la magia de la cocina entra en juego.
Conocer y transformar los alimentos permite adaptar este plato tan nuestro, para que nadie se quede sin disfrutar de su sabor y de las historias que lleva consigo.
La esencia sigue viva, solo cambian los ingredientes
Aquí es donde entra en acción Saile Salazar, al frente de PlantaBase, quien en su charla durante Nocturneando en el Mercado Municipal de Chacao, organizada por Kilómetro Venezuela, compartió cómo ha logrado transformar la hallaca en una experiencia inclusiva desde hace seis años. Su misión: que nadie se quede fuera de la mesa navideña.
La propuesta de Saile es simple pero poderosa: una hallaca vegana que no sacrifica sabor ni tradición. En lugar de las clásicas proteínas animales, incorpora tres proteínas vegetales que aportan la textura y el sabor que conocemos y amamos en nuestras hallacas.
Y créeme, cuando pruebas su guiso, te das cuenta de que detrás hay una idea genial:
- Tofu extra firme, que actúa como ese «queso» hecho de leche de soya reemplazando la leche de vaca.
- Soya texturizada, que ayuda a absorber los condimentos como una esponja.
- Champiñones, el rey de los umamis, aportan esa textura carnosa que no esperas.
La mezcla de ajo, alcaparras y un buen caldo vegetal se combina para crear ese inconfundible sabor navideño que conocemos.
El resultado es un guiso lleno de matices, aroma y sazón que no están distante de lo que conocemos. La hallaca de Saile no solo es sabrosa (una de mis palabras favoritas), sino que cuenta una historia de inclusión, sostenibilidad y amor por la cocina.
¿Y qué hay del gluten?
Las hallacas tradicionales son libres de gluten, pero para quienes evitan el trigo o tienen celiaquía, hay opciones con harinas especiales. Todo es cuestión de adaptar, sin perder la esencia.
Para quienes eligen no consumir gluten y para quienes deben cuidarse estrictamente de evitar su consumo. Hay muchos que ya han elegido masas distintas al maíz y allí hay que seguir trabajabndo para alcanzar la masa que requiere la hallaca.
Inclusión en la mesa
La invitación es clara: incluir. Como bien dice Saile, nadie debería quedarse sin disfrutar de un plato tan especial por una condición o elección alimenticia.
Al final la navidad es tiempo de unión, y la comida también debe reflejar ese espíritu.
Para Saile al frente de PlantaBase cocinar con ingredientes que aportan una energía diferente, libres de crueldad, es mucho más que una elección culinaria; es una forma de demostrar amor.
Una hallaca diferente, pero igual de deliciosa
En cada bocado, la hallaca vegana nos recuerda que las tradiciones pueden ¿evolucionar?, no quiero entrar en cuestionamiento pero si me gustaría creer que todos pueden ser parte del mismo encuentro con alimentos, con amigos, familia y tradiciones, que nadie se quede fuera.
La clave está en asemejar ingredientes y usar técnicas creativas para lograr sabores que conocemos. Porque la Navidad es de todos, y Saile finaliza pensanndo que eso incluye a los que eligen una alimentación sustentable y amorosa!
Prueben por que quizás te sorprenda que el sabor no es lo que se imaginan de puras plantas y sin sabores.